Entre los elementos que componen
un artículo científico, se encuentra uno que permite visualizar las relaciones
entre datos o simplemente transmitir información cuantitativa. Este elemento
sencillo y en ocasiones algo olvidado, permite resumir la totalidad del
artículo científico, además de transmitir la información de una manera más
eficiente.
Me estoy refiriendo a las
gráficas, por las cuales siento especial debilidad, bien por ser Ingeniero
Agrónomo (recordemos la fuerte carga de expresión gráfica y cartográfica junto
con el elevado número de horas de Autocad y SIG) o bien por trabajar en el
mundo de la investigación con una herramienta que desde mi punto de vista para
salidas gráficas no tiene rival, R.
Existen multitud de manuales,
libros y artículos que analizan la estructura de las gráficas (sirva de ejemplo
este libro de Joaquín Sevilla), de los cuales referenciaré y enlazaré alguno.
El objetivo de la entrada es señalar algunas de las características principales,
señaladas por otros autores y en mi opinión, que son necesarias a la hora de
realizar una gráfica para un documento científico.
Las gráficas deben permitir interpretarlas
y poder extraer conclusiones de manera sencilla sin necesidad de leer el
apartado de resultados y/o conclusiones. Lo que quiere decir que deben gozar de
cierta autonomía para poder ser interpretadas de manera independiente al texto.
Todas las partes de las gráficas deben ser identificadas y explicadas, así como
estar citadas en el texto.
Para poder interpretar bien las gráficas, sus
elementos han de estar claramente identificados por una leyenda, la cual ha de
aportar la mayor cantidad de información posible en el menor espacio posible.
Tanto los títulos como las leyendas juegan un papel fundamental a la hora de
aportar claridad a la interpretación de las gráficas. En muchas ocasiones el
título no será necesario al incluir una leyenda que explique perfectamente el
contenido y finalidad de la gráfica.
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Ejemplo de una gráfica correcta. Fuente: Biegel & Kamat |
La escala, tanto del gráfico,
elementos que lo componen, tipo y tamaño de las letras, será la acorde para una
interpretación agradable a la vista, es decir, para la interpretación de las
gráficas no debe ser necesario forzar la vista ni emplear una lupa o similares.
El empleo de colores puede
mejorar la interpretación del gráfico, pero puede diferir de las necesidades de
la revista, así como afectar negativamente a la reproductibilidad del gráfico.
Los buenos gráficos son aquellos
que transmiten la idea de manera clara (sin falta de ambigüedad y confusión),
precisa (resultados veraces y sin distorsión) y eficiente (ruido gráfico “chartjunk”
mínimo) (Tufte, 1983).
Los gráficos de mala calidad, o
cuanto menos mejorable, son aquellos que no tienen una uniformidad en cuanto a
elementos; textos en diferentes direcciones, repeticiones innecesarias, falta
de identificación de elementos o ausencia de ejes, no relación entre signos
empleados y los utilizados en las leyendas.
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Ejemplo de una gráfica errónea. Fuente: Biegel & Kamat |
Otra de las características que
han de tener las gráficas es el uso del “buen gusto”; el empleo de colores no
complementarios con un contraste de dudosa amigabilidad (rojo y verde),
tipologías de letras no adecuadas (muchos autores recomiendan “serif”), así
como no mantener la uniformidad entre los diferentes elementos que componen la
gráfica, no ayudarán a obtener una gráfica de buena calidad que transmita la
calidad de la investigación realizada.
Algunas consideraciones a la hora
de realizar gráficos para publicaciones científicas tanto para autores como
para los editores de las revistas
(Cleveland, 1984):
- Consideraciones para los Editores:
- Pedir a los
revisores que revisen las gráficas y sugieran modificaciones si es necesario.
- Prestar
especial atención a las reducciones y reproducciones que los gráficos pueden
soportar.
- Consideraciones para los Autores:
- Los gráficos
deben ser lo suficientemente claros para soportar reducciones.
- Los gráficos
deben estar claramente descritos. Leyendas detalladas a menudo pueden ser de
gran ayuda para el lector.
- Cuando sea
posible poner conclusiones importantes de manera gráfica, ya que mucha gente no
lee el artículo de inicio a fin, y así se conseguirá llamar la atención.
- Asegurarse
que los diferentes elementos del gráfico pueden ser distinguidos de manera
visual fácilmente.
- Evitar la
saturación de la zona gráfica. Exceso de texto en la zona de dibujo puede
interferir en la percepción del lector.
- Revisar los
gráficos.
A la hora de realizar una gráfica
para nuestro artículo científico debemos tener presentes todas las
consideraciones anteriores, sobre todo la máxima de; clara, precisa y eficiente
señalada por Tufte (1983), consiguiendo así un conjunto de calidad (texto más
gráficas) que transmita nuestra capacidad profesional, no olvidemos que con el
artículo científico estamos trasladando al exterior nuestra “imagen”
profesional.
Algunas consideraciones sobre
gráficas y artículos científicos las podemos encontrar aquí
Una gran guía con ejemplos de lo
que no se debe de hacer:
Referencias.
Cleveland, W. S. (1984). Graphs
in scientific publications. The American Statistician, 38(4), 261-269.
Tufte, E. R., &
Graves-Morris, P. R. (1983). The visual display of quantitative information
(Vol. 2). Cheshire, CT: Graphics press.