A la hora de publicar un trabajo
de investigación debemos elegir un nombre científico, esa será nuestra firma; y
a pesar que pueda parecer un aspecto trivial, este nombre artístico que
elijamos, nos acompañará el resto de nuestros días y será parte de nuestra
presencia 2.0. Recordemos que con los tiempos que corren, descuidar nuestra
presencia digital puede ser un grave error, debemos ser nuestros propios mangers digitales, controlando y
potenciando nuestra carrera profesional.
En mi caso concreto, recordemos
al lector el nombre del firmante de todas las entradas del blog Emilio Pindado Tapia, el nombre
científico a la hora de firmar artículos es Pindado E., escogiendo el primer apellido y la inicial del nombre. Según
el INE para el año 2014 en España residen 1.267 personas cuyo primer apellido
es Pindado, la mayoría residentes en Madrid y Ávila (foco de migración de la
población abulense), se puede considerar un apellido no muy común siendo válido
dicho nombre artístico para que me identifiquen de forma única.
Como conclusiones, la elección
del nombre científico juega un papel fundamental a la hora de gestionar nuestra
presencia en los buscadores y no puede ser una elección tomada a la ligera.
Podemos encontrar más información en la siguiente entrada.
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